viernes, 7 de septiembre de 2012

Confesiones de Pablo Escobar a 'Popeye'

Mauricio Aranguren relata un encuentro de ‘Popeye’ con su ‘Patrón’ en el que le revela sorprendentes secretos sobre su vida y sobre muchas de sus acciones delictivas. Primera parte.

Confesiones de Pablo Escobar a 'Popeye'
Confesiones de Pablo Escobar a 'Popeye'

Tenía doce años de edad y cinco días cumplidos la mañana en la cual descubrí que por mis venas corría sangre fría. Ese jueves se parecía a cualquier otro, pero no fue igual. A la salida del colegio, ante mis ojos y frente a mi heladeríafavorita, fui testigo de cómo dos hombres, machete en mano, seenfrentaban a muerte. Uno de ellos se resbaló y allí, al bordemis pies y mi niñez, con sevicia, uno le dio al otro un machetazo en la yugular. La sangre salía aborbotones. La gente se escondía ante el horror. Pero yo no. No corrí. La sangre me fascinó. Esperé hasta que la victimafalleciera y el victimario comenzara a huir. La larga láminadel arma, plana y brillante, casi medieval para mi inocentemirada, quedó manchada del color rojo oscuro de la sangre derramada. La mano de aquel tipo temblaba sin dejar de aferrarse al mango del machete. Salpicado de muerte, el hombre se vio sorprendido por mi impávida presencia, no me quitó los ojos de encima durante unos segundos, casi eternos.
Yo le sostuve la mirada hasta que escapó. Caminé a pasolento, despacio y en silencio me fui a casa.Así perdí la inocencia y volví a nacer para el mundo que me tocóvivir, no aquel que mi madre soñó para el pequeño Jhon Jairo Velásquez Vásquez, sino el que me encontré en la calle y en lomás profundo de mi condición humana. A partir de ese día, yo ya no fui el mismo. Poco a poco y sin notarlo, comencé atransformarmeen ‘Popeye’.

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